Comentario sobre La Soledad de los números primos.

Números primos gemelos: “parejas de números primos que están juntos, o mejor dicho, casi juntos, pues entre ellos media siempre un número par que los impide tocarse de verdad.” Números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43.

 Sencilla pero a la vez llena de matices. Es una bella metáfora de los números primos gemelos, un símbolo sacado de las matemáticas que sirve a la perfección para explicar la dolorosa historia de dos personajes Alice Y Mattia. Con un inicio sorprendente, en seguida pruebas de lleno el sabor de la soledad. Personajes indecisos, inadaptados al mundo que les toca y con un trauma que parece perseguirles a todas horas. Estas son las bases de una historia que te atrapa de principio a fin. Están tan cerca y a la vez tan lejos que siempre parecen tocarse pero nunca llegan ni llegarán a hacerlo. Reinan las malas decisiones y cuando menos te los esperas, el libro saca a relucir tu empatía con sus particulares infiernos. Se abordan temas como la anorexia o las auto-lesiones que profundizan aún más en el dolor de nuestros personajes y que hacen que entres en el juego, que sufras a la vez con su día a día. Se presenta como la vida misma, personajes enfermos, solos, y que lo único que tienen es el uno al otro. Un destino tan común y tan querido por los dos que parece fácil, pero es a la vez tan imposible. El final es fruto de las propias decisiones de los personajes. No existen los milagros, la realidad es como es. Parecen no elegir su futuro, sino encontrárselo quizás producto del silencio, de lo que nunca se atrevieron a decir, quizás no. En definitiva, una historia que te sumerge página a página en la soledad y en su sabor más amargo e intenso.