La
película a comentar es “Una casa de locos”, cuyo título original (en francés)
es “L’auberge espagnole”. Su director es Cédric Klapisch, de nacionalidad
francesa y estrenada en el año 2002.
Xavier,
un estudiante de Economía en Francia decide pasar un año en Barcelona gracias
al programa de intercambio europeo Erasmus. Se instala en un piso con otros
seis estudiantes de diferentes nacionalidades lo que le lleva a aprender a
convivir, a conseguir nuevos amigos y a descubrir diferentes culturas. Una gran
experiencia que le servirá toda la vida.
El
filme está ambientado a principio del siglo XXI, época de unificación europea y
que presenta un contexto social bastante interesante. El eterno debate entre el
nacionalismo y la defensa del catalán en Cataluña, puesto que la película está
rodada en Barcelona, a lo que la película responde muy acertadamente, la
solución está en el respeto por las diferentes culturas, por las diferentes “identités,
tu comprends?” El ambiente que se encuentra nuestro protagonista Xavier es el
de toda gran ciudad, gran diversidad de gentes, otro idioma, todo es nuevo.
Barcelona en sí, playa, universidad, fiestas, filosofías de cafeterías, “orgasmus”,
sol. Se dan todo tipo de situaciones,
muchas de ella relacionadas con la convivencia, con la amistad, desde el primer
momento en el que se despide de su familia hasta las mil y una formas de
buscarse la vida, de no parar de aprender, de divertirse, de compartir pasando
por supuesto por alguna historia de amor aún teniendo novia en Francia, son
estos, los reencuentros con su novia los que el director pretende ver con una
visión más dramática, pero que yo creo no consigue con demasiada eficacia, pues
el filme es ligero y divertido llegando muchísimo más a la comedia que al drama.
Por supuesto, el desorden o el caos de un grupo de estudiantes que viven en un
piso es otra de las múltiples situaciones que se dan, la hora de la comida, de
la limpieza. Si tuviera que elegir mi situación
favorita, me quedo con el momento en el que Xavier y su amiga francesa toman
algo en una cafetería mientras diferentes personas de diferentes culturas
exponen su opinión sobre el catalán, las identidades y el respeto por
ambos. ¿El tema principal? Por supuesto,
como ya hemos dicho, la convivencia y la amistad, la gran experiencia Erasmus
en sí, encuadrándose la película en un género cómico que sabe retratar muy bien
este programa de intercambio europeo.
Los
personajes plasmados en “L’auberge espagnole” principalmente son los estudiantes,
obviamente, todos rondando los 20 años de edad y de esto trata la película, de
cómo se relacionan en un ambiente nuevo. Podría destacarse también el personaje
de Jean Michelle, el médico francés que se encuentra en el aeropuerto y con el
que se hospeda Xavier al principio de su estancia en Barcelona hasta que
encontrase piso y con cuya mujer tiene una historia de amor a sus espaldas.
Las
ideas predominantes que quiere
transmitir la película están muy claras, amistad, convivencia, la idea de
diversidad y respeto por encima de todo. Es una historia de decisiones. También
eso de que el Erasmus merece la pena, incluso pienso que se da la idea de que
hacer Erasmus es crucial, yo tampoco lo veo así, es demasiado exagerado. Por lo
demás creo que se puede sacar el lema de “Somos lo que hemos vivido”, lo que
hemos experimentado, bebido, cantado o trabajado.
Si nos
centramos ahora en sus aspectos técnicos tengo que decir que hay varios planos
bastante interesantes e innovadores como el principio de la película en el que
se presenta al protagonista a cámara rápida por el pasillo o esa voz en off que nos guía durante toda la película y donde
el protagonista va mostrando sus sentimientos en todo momento. La iluminación
correcta y la banda sonora bastante escasa para mi gusto, suena varias veces la
misma canción a medida que transcurre la película.
En
definitiva, una película bastante ligera, divertida aunque en mi opinión no muy
trascedente. No es de esas películas que recomendarás ver a tus amigos un
sábado de lluvia. Quizás tampoco lo pretenda. Es un simple retrato de la nueva
amistad, de la juventud, de la mejor etapa de todas, la estudiantil. Sencilla,
muy fácil de ver y que busca entretenerte durante las dos horas que dura el
filme. Simpática pero me no llega a convencer, integración cultural, estereotipos,
los roles sexistas, toca temas muy de moda en la actualidad pero no se sumerge
en ninguno. Una película hecha para estudiantes al fin y al cabo que quieran o
hayan hecho ya este intercambio, el programa Erasmus.